Gestionando los incendios

Nos solidarizamos con todas las personas afectadas por los incendios forestales que están sucediendo en Canadá. El humo de los incendios está alterando la vida cotidiana, destruyendo comunidades y ocasionando una tóxica calidad del aire en Estados Unidos. Esta crisis es un claro recordatorio de la necesidad de tomar medidas climáticas transformadoras y al mismo tiempo fortalecer las prácticas de gestión de los incendios.

Aquí algunas recomendaciones sobre cómo protegerse del humo de los incendios forestales: https://www.airnow.gov/wildfires/when-smoke-is-in-the-air/

Aerial view of a neighborhood scorched by wildfire with only foundations left of houses

Las consecuencias de los incendios forestales en el sur de Oregón.

La escala, frecuencia e intensidad de los incendios forestales está aumentando y tiene consecuencias devastadoras en un creciente número de comunidades. Las llamas están cobrando vidas, incendiando hogares y llevando a algunas especies de animales al borde de la extinción. Pero no todos los incendios tienen que ser desastrosos. En algunas regiones, el fuego es un proceso natural y un elemento esencial dentro de un entorno saludable.

En Estados Unidos, las prácticas de manejo forestal y la gestión de los incendios han ido cambiado con el tiempo. Cuando los administradores de las tierras comenzaron a concentrarse en eliminar el fuego, se interrumpieron los procesos naturales, lo que en algunos casos ocasionó la acumulación de combustible en forma de vegetación muerta y seca. Cuando ese combustible se enciende, las llamas son más grandes y devastadoras.

Debido a una crisis climática cada vez más grave, temperaturas más altas, estaciones secas más intensas y prolongadas, deshielo en fechas más tempranas y vientos más fuertes, la capacidad de la naturaleza para resistir el fuego se ve afectada. El combustible se va acumulando a medida que los períodos húmedos son más intensos y provocan un rápido crecimiento de la vegetación, la cual se seca durante olas de calor más prolongadas. Además de eso, los rayos cada vez más frecuentes brindan más oportunidades para inflamarse. La combinación de todos estos factores es un polvorín. La temporada de incendios comienza antes y termina más tarde, y los incendios forestales que se registran son más destructivos.

Las decisiones sobre el uso de las tierras también pueden hacer que las personas sean más vulnerables a los incendios forestales. Estos impulsores incluyen la deforestación, el manejo deficiente de los suelos, el desarrollo agrícola, la falta de prácticas de construcción resistentes al fuego y la zonificación que permite el desarrollo en áreas de alto riesgo de incendios. Al igual que con otros desastres, los pueblos indígenas, las comunidades de color y las comunidades de bajos ingresos sienten los impactos de los incendios de manera desproporcionada. Los incendios pueden exacerbar las desigualdades estructurales, como las disparidades en la calidad del aire, la exposición a sustancias químicas, las enfermedades relacionadas con el calor y condiciones de trabajo inseguras. Para poder tener una mejor gestión de los riesgos de los incendios forestales, es importante integrar la equidad y la justicia empoderando a la población local para que participe en la toma de decisiones y canalice los recursos hacia las comunidades más afectadas.

Los incendios aceleran la crisis climática

Cuando continúan los incendios forestales aceleran la crisis climática al liberar enormes reservas de carbono a la atmósfera. Los incendios especialmente intensos dañan las capas más profundas de los suelos, desbloqueando la ignición del "carbono heredado" de siglos de antigüedad, que representa el 69% del carbono confinado en los bosques. Después de que los incendios se apagan, los bosques más pequeños, más jóvenes y más secos tienen una capacidad limitada para confinar carbono. La vegetación alcanza su capacidad total de confinamiento después de 25 a 250 años de crecimiento. A medida que los incendios forestales ocurren con más frecuencia, la oportunidad de que las plantas alcancen todo su potencial se vuelve más improbable.

Los seres humanos son responsables de la gran mayoría de los descontrolados incendios forestales en EE. UU. Eso significa que las soluciones también están en nuestras manos. Durante años, los gobiernos han gastado enormes cantidades de dinero para extinguir incendios, pero la cantidad de áreas quemadas sigue aumentando.

El empeoramiento de la crisis ocasionada por los incendios requiere una mayor inversión para abordar las causas fundamentales de los desastres provocados por los incendios. Los gobiernos deben reformar las políticas de gestión de los incendios para invertir en medidas de prevención y gestión sostenible y al mismo tiempo abordar eficientemente las emisiones de gases de efecto invernadero como parte central de la crisis climática.

Aquí algunas formas en cómo deben actuar nuestros líderes:

  • Haciendo frente a la crisis climática. El cambio climático está propiciando incendios más frecuentes e intensos. Para enfrentar el cambio climático, es fundamental hacer la transición a una economía de energía 100% limpia. Comunícate con tus representantes electos y pídeles tomar medidas climáticas audaces.
Firemen using a torch to set a controlled fire in dry grass

Bomberos usando una antorcha de goteo para iniciar una quema controlada en las praderas de Spring Valley Nature Center, en Schaumburg, Illinois.

  • Realizando quemas controladas. Basado en la forma en que los ecosistemas naturalmente contienen y se benefician del fuego, las quemas controladas son un método sostenible para gestionar la acumulación de combustible y reducir el riesgo de llamas más grandes e incontroladas.
  • Garantizando una gestión sostenible del uso de las tierras. Particularmente en áreas de alto riesgo de incendios forestales, es importante regular el uso de las tierras y actualizar la guía de zonificación para garantizar que el desarrollo no exacerbe el riesgo de incendios. Cuando los incendios se apagan, los impactos no se detienen ya que pueden dar pie a inundaciones y erosionar el suelo. Después de un incendio, es necesario reducir el riesgo de daños adicionales asegurándonos de que la tierra quemada se rehabilite con vegetación que se adapte a un clima en constante cambio.
  • Construyendo edificaciones resistentes al fuego. Hay muchas maneras de hacer que las casas existentes sean más resistentes al fuego. De hecho, los nuevos desarrollos se pueden construir utilizando prácticas resistentes al fuego. Estos métodos incluyen el uso de materiales para techos resistentes al fuego, manteniendo las canaletas sin escombros, plantando vegetación resistente al fuego y limpiando regularmente las hojas muertas de los alrededores de un edificio. Es importante asegurarse de que estos métodos sean accesibles para los hogares de bajos ingresos y para aquellos que pueden vivir más lejos del alcance de los departamentos de bomberos y los socorristas.
  • Involucrando equitativamente a las comunidades locales. La comunicación pública y la programación educativa pueden equipar a las comunidades con las herramientas para prepararse, responder y reconstruir a partir de los incendios forestales. Es importante asegurarse de que los materiales sean accesibles para todos, por ejemplo, traduciéndolos a varios idiomas.
  • Reconstruyendo de manera más segura y ecológica. Con el fin de reducir el riesgo y la vulnerabilidad a futuro, reconstruir utilizando enfoques ambiental y socialmente responsables para la planificación del uso de la tierra, la construcción de viviendas, las carreteras y otras infraestructuras.

Todos tenemos un papel que desempeñar en la reducción de los riesgos de los incendios Aquí algunas acciones que todos podemos tomar:

  • Pon en práctica la seguridad. La negligencia humana es una de las principales causas de los incendios forestales. Esto incluye quemar basura, desechar cigarrillos y encender fogatas en áreas con alto riesgo de incendios. Puedes motivar a las personas que te rodean a tomar precauciones para disminuir el riesgo de iniciar un incendio.
  • Administra tu espacio. Administra tu hogar, jardín y terreno para reducir el riesgo de incendios forestales.
  • Desarrolla planes de seguridad familiar. Crea o actualiza tus planes de emergencia familiares.
  • Lucha por la seguridad. Comunícate con la agencia de administración de desastres, el servicio de parques y los grupos comunitarios locales para saber qué están haciendo para reducir el riesgo de incendios y reconstruir de manera más segura y ecológica en caso de un desastre.

Sin acciones que equiparen la escala de este desafío, los incendios serán cada vez más devastadores. Al reformar las políticas de manejo de los incendios y tomar medidas climáticas transformadoras, podemos limitar los peores impactos de los incendios: salvar vidas, proteger la vida silvestre y salvaguardar nuestras comunidades.

Bomberos trabajando en Bobcat Wildfire, en las colinas de Los Ángeles, California.